Deshumidificador
Cómo funciona un deshumidificador
El funcionamiento de un deshumidificador consiste en procesar el aire de una estancia, de forma que el agua contenida en este aire quede retenida en su interior. Como consecuencia, el deshumidificador devuelve un aire más seco, con menor cantidad de vapor de agua, ya que esta agua ha precipitado en un depósito que nosotros manualmente debemos vaciar cuando se acerque al límite de su capacidad.
En resumidas cuentas, el deshumidificador cuenta en su interior con una pieza muy muy fría, que pretende ser la superficie más fría de la habitación. De esta forma, el primer lugar en que el aire tenderá a condensar es en contacto con esta pieza y dentro del deshumidificador, evitando así condensar en otras superficies y generarnos un problema de humedad.
No afectan a la temperatura
Los deshumidificadores no tienen efecto sobre la temperatura objetiva de tu casa, sino que simplemente regulan el nivel de humedad.
Pero la humedad sí que influye sobre tu percepción de la temperatura: el calor resulta más pesado con humedad elevada y el frío se soporta mejor en ambientes secos.
Mantenimiento sencillo
Los deshumidificadores suelen tener un depósito de recogida de agua con un sensor que controla el nivel de líquido. Cuando el agua alcanza el nivel máximo, el deshumidificador se apaga e indica mediante señales auditivas y/o luminosas que no puede seguir funcionando.
Normalmente, uno de estos depósitos tarda en llenarse entre 8 y 12 horas, aunque puede variar dependiendo del tamaño del depósito y el nivel de humedad. Para que el deshumidificador siga funcionando, simplemente tendremos que vaciar el depósito (este agua desechada no es potable).
Una alternativa interesante es instalar un tubo que se ocupe de drenar continuamente el agua recogida.
El mantenimiento de estos aparatos se completa con la limpieza periódica de los filtros.